Usamos cookies propias y de terceros que entre otras cosas recogen datos sobre sus hábitos de navegación para mostrarle publicidad personalizada y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información | Y más
Apuntes de Historia XXXI
 
 
 
 
 
 
 
Apuntes de Historia XXXI PDF Imprimir E-mail
Usar puntuación: / 0
MaloBueno 
03 de Agosto de 2013
Évora y las fronteras de Asta Regia
Manuel Jesús Parodi.-En el ámbito meridional del Suroeste de la Península Ibérica la tradición urbana secular turdetana, que descansa sobre sus raíces tartesias, y la influencia de Gadir y la presencia igualmente secular de la impronta fenicia (y luego púnica) dieron forma y origen más que probablemente a un tipo de organización territorial y política más parecida a la “polis” a la manera fenicia (en tiempos del grecorromano Estrabón, es decir a caballo ya entre los siglos I a.C. y I d.C., hablar de “polis” equivale a hablar de “ciudad”, mientras antes -en la época en que escribe Hecateo de Mileto, el logógrafo griego de los siglos VI y V a.C., el término “polis” viene a hacer referencia a la “ciudad-estado” que todos tenemos en la cabeza cuando pensamos en una “polis”), que a las precedentes organizaciones gentilicias (tribales) de tipo indoeuropeo.

Otras ciudades indígenas del marco geográfico y cultural turdetano, como los grandes núcleos de Karmo (Carmona) y Asta Regia (o Hasta Regia, en el actual término municipal de Jerez de la Frontera), antes de la presencia y conquista romana habrían ya puesto en marcha el proceso de formación de estados territoriales (teniendo el de Carmo una extensión quizá similar al de la polis griega de Tebas, en Beocia, por ejemplo). Y el conocido decreto de Paulo Emilio (datado el 189 a.C.) que emancipaba de la soberanía hastense -para ponerla bajo el control romano- a la Turris Lascutana parece señalar en la dirección de la existencia consolidada este tipo de fenómenos (esto es, de la formación de estados territoriales dirigidos desde un núcleo principal, en este caso una ciudad como Karmo o Asta Regia). Las diferentes tradiciones culturales y la complejidad étnica de uno y otro escenario hicieron que en el Suroeste, como en Grecia, se dieran diversos tipos de organización política y territorial en sincronía.
 
En el actual territorio y término municipal de Sanlúcar de Barrameda, es de señalar que “Évora” (yacimiento cuya cronología se extiende desde el Calcolítico hasta la época romana) es mencionada como una “ciudad” en el texto griego de Estrabón (Geografía, III.9., “καὶ πόλις Ἐβοῦρα”); igualmente es de anotar que también aparece mencionada como “polis” en el texto de Claudio Ptolomeo (Geografía II.4.9); de otra parte, es posible mencionar que el único autor de la Antigüedad que aplica el término “castellum” a Évora es Pomponio Mela (en su Chorographia, III. 6-8).
 
Respecto a Mela podemos señalar que cita muy pocas fuentes (Homero, Heródoto, Hanón y Cornelio Nepote) y que recurre a textos latinos que ya han “digerido” la tradición griega (como, quizá, Varrón y Nepote), asumiéndola. Pese a ser natural de la ciudad de Tingentera (en la costa atlántica del Estrecho de Gibraltar, identificada con Tarifa o Algeciras) aporta menos en materia geográfica y étnica sobre estas tierras que autores foráneos a las mismas como Estrabón, Plinio o Ptolomeo.
 
Para mayor singularidad Évora es, además, el único “castellum” que se cita en esta zona; las fuentes no dicen que fuera un “oppidum”, que sería más lógico, sino un castellum. Este carácter fortificado trae a la memoria a la Turris Lascutana, en el término municipal de la actual población serrana de Alcalá de los Gazules, otro “castellum” o, más propiamente, una “turris” (de acuerdo con el testimonio epigráfico latino, que habla de “Turris Lascutana”, que habría estado bajo soberanía (por así decirlo) hastense hasta que la intervención romana a principios del siglo II a.C. habría puesto fin a esta situación probablemente secular.  
El panorama regional se completaría con la referencia al conventus (el punto de reunión y confluencia, por simplificar) de los turdetanos en Hasta, a la que no casualmente llamaban Regia, en un claro símbolo, al menos, de algún tipo de primacía política en la zona ostentada por el núcleo hastense, un núcleo hastense en el que, sin correr demasiados riesgos, cabe identificar al centro articulador (organizador y controlador) deun amplio territorio (posiblemente englobado en su conjunto en los límites de la actual provincia gaditana pero que quizá habría podido trascender de la misma) que, cuando menos, se habría extendido por el Este hasta el moderno término municipal de la localidad de Alcalá de los Gazules (con la “turris” de Lascuta como sitio en la órbita de Hasta -o Asta), mientras por el Oeste habría alcanzado probablemente hasta las orillas del viejo lago Ligustino y las riberas del antiguo curso del Baetis, quizá, quizá, hasta el sitio de ese “castellum” de Évora, que habría podido marcar el límite de los territorios del ámbito hastense por Poniente.
 
Pero, ampliando el rango considerado, si tenemos en cuenta además la presencia de otro “castellum” en Baños de Gigonza (el yacimiento arqueológico de Saguntia, en el actual término municipal de Paterna de Ribera) el cual, de acuerdo con Tito Livio (Ab Vrbe Condita, 34.19), habría sido sometido a asedio por las tropas romanas bajo el mando de Catón el Mayor (el famoso Catón el Censor) en el marco de la rebelión turdetana liderada en esta zona por Asta Regia (en el siglo II a.C.), este estado hastense habría contado (insistimos, al menos) con un “castellum” en su límite occidental (el de Évora) y con (al menos) otros dos en el oriental (Lascuta y Saguntia), si bien la naturaleza fronteriza del castellum de Gigonza (un sitio arqueológico de amplio marco cronológico no sólo circunscrito a la Protohistoria) pudiera combinarse con un hipotético carácter de control interno del territorio sujeto a la autoridad de Hasta.
 
En cualquier caso, con el caso de Asta Regia (entre los siglos IV y II a.C. -por señalar un marco cronológico nada atrevido) nos encontraríamos ante un estado territorial indígena (turdetano) parangonable al de Karmo (Carmona), si bien es de considerar que uno y otro caso podrían haber conocido ritmos de evolución política (y territorial) diferentes.
 
El carácter estratégico de Évora con respecto a la navegación, los esteros, el lago Ligustino y el curso del antiguo río Baetis resulta, además, a todas luces evidente. Y podría haber sido, en origen, un núcleo de control del territorio fronterizo (sic) de Hasta, en sus límites occidentales, emplazado ante/frente a las tierras situadas (estamos en el siglo IV a.C.) bajo la órbita gadirita (de Gadir) y, por tanto, de los aliados cartagineses de Gades; nos encontraríamos en un ámbito cronológico anterior a la I Guerra Púnica (264-238 a.C.): tras su derrota en la misma a manos de Roma (con la pérdida de sus grandes dominios insulares del Mediterráneo Central, en Sicilia, Córcega y Cerdeña), Cartago se vuelca sobre la Península Ibérica y el Noroeste de África, vertebrando las antiguas colonias fenicias bajo su control y construyendo un dominio territorial en la vieja Iberia.
 
Distinto argumento es el de si en Évora nos encontramos ante una polis (ciudad) o u “castellum” (una estructura fortificada), de distinta naturaleza a la de una ciudad; dejaremos para otro momento la discusión (si hay tal) entre las fuentes (Estrabón y Ptolomeo de una parte, Mela de otra): señalaremos tan sólo que sin ulteriores avances de la investigación arqueológica no será posible avanzar en este sentido, ni será posible abundar en el mejor conocimiento de la zona y del yacimiento evorense (en sí mismo y en relación con el ámbito en el que se integra).
Si bien, considerando el asunto desde otra perspectiva, cabría también la posibilidad de que el peso y la relevancia de Évora decrecieran con el tiempo, como le pasaría a Hasta, entrando quizá en decadencia ambos núcleos (el hastense y el evorense) con respecto a ciudades como Gades o Asido cuando Roma empezó a pisar fuerte el acelerador de su presencia en este entorno (a partir de los siglos II-I a.C.), cobrando las facturas de la oposición encontrada a su presencia (como en el caso de Asta Regia y su área de influencia).
Todos los trabajos de Manuel Jesús Parodi publicados en SD   VER
 
 
 
 
 
 

Vídeos
históricos más vistos

Últimas entradas más leidas

 
 
 
 
© 2024 Portal Sanlucardigital.es
Joomla! is Free Software released under the GNU General Public License.
 
Síguenos en
       
Sanlúcar Digital  ISSN 1989-1962