Del nombre de Sanlúcar IV              

Manuel Jesús Parodi Álvarez.-Señalábamos en los capítulos anteriores de esta serie cómo a lo largo de la Historia han existido diversos nombres relacionados con el territorio de Sanlúcar, con el poblamiento en estas tierras, con los núcleos poblacionales que han podido existir en nuestros contornos inmediatos, y con la propia ciudad de Sanlúcar de Barrameda.

Se han conservado distintos nombres que guardan relación con unos u otros elementos históricos de los territorios de la desembocadura del Guadalquivir hoy incluidos en el moderno término municipal de Sanlúcar, al tiempo que se conserva igualmente la memoria de algunas de las denominaciones aplicadas (especialmente en época medieval islámica) a Sanlúcar.  

Sanlúcar como realidad poblacional, como enclave habitado, como núcleo de población, será conocida -a lo largo de la Historia- bajo distintas denominaciones hasta que, finalmente y a partir de un momento determinado, recibiría definitivamente el nombre de “Sanlúcar”, momento histórico al que estamos tratando de aproximarnos en estos últimos párrafos y los precedentes.

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Pues bien, como ya apuntamos en el anterior artículo, hay tres testimonios esenciales que permiten fijar el nombre de “Sanlúcar” a un momento histórico determinado, poner en relación sus primeras menciones con un período concreto de nuestra Historia, contribuyendo de este modo a fijar un “momento inicial” para el uso del mismo, o lo que es decir lo mismo: encontrar el origen histórico (cronológico) de la palabra “Sanlúcar”, del nombre “Sanlúcar”, y saber, de este modo, desde cuándo “Sanlúcar” se llama, efectivamente, “Sanlúcar” (nombre que no habría ya de abandonar desde dichos momentos en adelante).

 

En estesentido es de mencionar que el propio texto de la donación del señorío a Alonso Pérez de Guzmán (en 1297) recoge el nombre de “Sanlúcar”. Como ya hemos señalado, no entraremos a considerar ahora las cuestiones relativas a las fuentes históricas relativas a la Sanlúcar medieval (de épocas islámica y cristiana), un objetivo que de largo habría de sobrepasa los límites de espacio y contenido del presenta artículo y que reservaremos para futuros trabajos.

 

En este documento, de capital importancia y esencial para la Historia de Sanlúcar (y no sólo para la Historia de Sanlúcar), que se conserva (como corresponde) en el Archivo Ducal de Medina Sidonia y está datado en 1297, la Corona de Castilla cede a Guzmán el Bueno el señorío de Sanlúcar con carácter hereditario; de este modo, el rey Fernando IV “El Emplazado” de Castilla (dando curso a la voluntad de su padre y antecesor, el rey Sancho IV, quien ya prometiera el señorío a don Alonso Pérez de Guzmán unos años antes de la concesión efectiva del mismo por su hijo y heredero) manifiestamente señala: “…Nos Don Ferrando por la Gracia de Dios Rey de Castiella […] a Don Alfonso Pérez de Guzmán nuestro vasallo […] dámosle Sant Lucar de Barrameda con los pobladores que hi son e serán […] con todos sus términos e pertenencias […] por juro de heredat…”, de acuerdo con la transcripción y estudio que del mismo realiza el profesor sanluqueño e ilustre investigador (que obra en posesión de la Insignia de Oro de la Ciudad) Manuel Romero Tallafigo, catedrático de la Universidad de Sevilla, cuyo trabajo seguimos (véase al respecto su estudio “El Privilegio Fundacional de Sanlúcar de Barrameda a Alonso Pérez de Guzmán. Transcripción paleográfica y ortográfica del documento”, publicado en Sanlúcar de Barrameda, en 2009.

 

Queda de este modo patente gracias a este histórico documento, fundamental (literalmente hablando) para la Historia de la localidad y su entorno, que ya en el siglo XIII existe un lugar que se llama Sanlúcar de Barrameda, y que este lugar cuenta con pobladores; en esto consiste la donación regia hecha a Alonso Pérez de Guzmán “El Bueno”: sitio y gentes, elementos ambos imprescindibles para el establecimiento y la continuidad de un señorío feudal.

Como vemos, ya en el año 1297 “Sanlúcar” se llamaba “Sanlúcar”, tal y como registra el documento oficial por el que se establece el Señorío de los Guzmanes sobre la ciudad. Pero aún existen testimonios anteriores a éste que nos señalan que “Sanlúcar” se llamaba ya “Sanlúcar” antes de esa fecha, antes de 1297, como podremos ver a continuación.

Así, este núcleo poblacional de “Sanlúcar de Barrameda” aparece mencionado asimismo en la Cantiga 371 de Alfonso X el Sabio (la nombrada “Tanto vay Santa Maria”), que data de unas décadas antes de la donación del lugar a Alonso Pérez de Guzmán. En lo referente a la Cantiga número 371 hemos seguido la transcripción aportada por nuestro colega el historiador sanluqueño Antonio Romero Dorado, algo a lo que haremos a continuación una referencia más extensa.

 

Haciendo ahora un inciso (antes de abundar en la información histórica), será justo señalar (puesto que los historiadores siempre trabajamos con la información que nos proporcionan tanto las fuentes como los testimonios precedentes, como los trabajos de otros historiadores -anteriores a nosotros o contemporáneos nuestros) que en lo relativo a la Historia de la Sanlúcar medieval mantenemos cierta comunidad de ideas con algunos colegas, de los que mencionaremos sólo a los actuales (no entrando en cuestiones de naturaleza historiográfica).

 

De este modo, nos reconocemos deudores de las tan interesantes indicaciones que nos hacen sobre estos particulares la historiadora y presidenta de la Fundación Casa de Medina Sidonia, Lilianne Mª. Dahlmann, o el profesor Juan Abellán Pérez, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Cádiz, así como de las hipótesis de trabajo que nuestro colega y amigo el historiador José María Hermoso Guerrero presenta en su blog divulgativo “Historia de Sanlúcar Contemporánea” (http://sanlucarcontemporanea.blogspot.com.es/); del mismo modo, reconocemos nuestra sintonía general en lo que atañe a estas cuestiones con el colega y amigo Fernando Cruz Isidoro, profesor titular de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla (e Insignia de Oro de la ciudad), quien sigue estrechamente tesis ya sostenidas por la duquesa de Medina Sidonia en relación con la facies islámica del  Palacio Ducal.

 

Volviendo al nombre de “Sanlúcar”, no queremos olvidar tampoco el trabajo que sobre la referida Cantiga 371 ha publicado nuestro amigo y colega historiador Antonio Romero (en la publicación digital “El Rincón Malillo”), donde el referido autor aborda la mención de los topónimos “Barrameda” y “San Luchas” en el texto alfonsí, claramente alusivos a la Sanlúcar de Barrameda de mediados del siglo XIII (Antonio Romero Dorado: “Sanlúcar de Barrameda en la Cantiga de Santa María nº. 371”, en “El Rincón Malillo”, nº. 3, pp. 30-35; http://www.ceconoca.org/). Esta cita literaria nos retrotrae la datación del término “Sanlúcar” (de “Sanlúcar de Barrameda”, de hecho) hasta la época de composición de las Cantigas, que ha de ubicarse durante el reinado de Alfonso X El Sabio (comprendido entre los años 1252 y 1284).

 

De este modo, contamos con dos fuentes de información, el Privilegio del Señorío de Sanlúcar y la Cantiga 371 de Alfonso X (estudiadas respectivamente por la duquesa de Medina Sidonia y Manuel Romero Tallafigo, la primera, y por Antonio Romero Dorado, la segunda), que nos llevan al siglo XIII… Pero nosotros hemos estudiado otra fuente aún más antigua, que precede a las dos citadas en casi dos siglos, estableciendo una datación de fines del siglo XI para “Sanlúcar”, en época almorávide. Y de ello hablaremos en la próxima entrega de esta serie.

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