 Perfiles de la Sanlúcar mediaval I
Manuel Jesús Parodi.- Uno de los principales encantos de Sanlúcar de Barrameda es la clara presencia de su Historia en sus perfiles cotidianos, la visibilidad del paso del tiempo reflejado en los paisajes cotidianos de una ciudad que, aun seriamente atenazada (si no amenazada) por intereses espúreos como tantas otras, sigue mal que bien manteniendo sus señas de identidad a pesar de los embates del tiempo, los envites del interés y las arremetidas de quienes no saben, no quieren, no están preocupados ni interesados por convertir en hechos las palabras y atender a sus responsabilidades más allá de los párrafos de tal o cual prólogo a tal o cual página más o menos efímera atados a los flecos de un determinado momento y sin voluntad de entender que somos responsables de mantener, proteger e incrementar el legado que hemos recibido (Natural, Cultural…) para dejarlo en herencia a nuestros hijos…
Tantos siglos de presencia humana, de tantas culturas y civilizaciones que se han dado cita en este espectacular mirador sobre el río y el Océano (sí, con mayúscula), han dejado su huella (sus huellas, cabe mejor decir) en la cúspide de la vieja Barranca, una huella que se manifiesta en la forma de edificios singulares, de monumentos, de palacios, castillos (bueno, en realidad de uno: el Castillo de Santiago), de bodegas históricas, de casas de cargadores, iglesias antiguas y murallas más antiguas aún, jalones de una Historia multisecular, milenaria, que hunde sus raíces en el ayer más remoto.
 Quien quiera sumergirse en un paseo por la Historia de Sanlúcar, por nuestro pasado y nuestras señas de identidad, podrá adentrarse en un viaje que le llevará a mil años atrás, nada más y nada menos, y no necesitará más que dejarse seducir, por ejemplo y para empezar, por los viejos perfiles de las calles, rincones y callejas del Barrio Alto sanluqueño, verdadero corazón histórico de una ciudad singular, donde pese a todo, pese a una década ominosa, la que llevamos a cuestas desde 2002, no pocos vestigios de nuestro pasado, de nuestra Historia, resisten gracias al empeño de sus moradores, de los ciudadanos, a la mala voluntad, el interés (generalmente bastardo) y la incuria...
La Plaza de la Paz, verdadero eje articulador y corazón histórico del Barrio Alto (lo que la convierte en uno de los espacios vitales de la ciudad histórica), abrirá ante el paseante, natural o viajero, la perspectiva de un entorno privilegiado enmarcado por varios de los más relevantes edificios históricos de Sanlúcar.
En este espacio, y precedido por la Plaza de los Condes de Niebla, destaca por méritos propios (históricos, artísticos, monumentales, arquitectónicos, estéticos, funcionales…) el Palacio Ducal de Medinasidonia, esa excepcional balconada sobre la ciudad, el río y el Océano, cuyo blanco fulgor guarda celosamente los secretos de la Sanlúcar medieval islámica, al tiempo que sus paredes dan cobijo al Archivo General de la Fundación Casa de Medina Sidonia, legado de la XXI Duquesa, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, investigadora y estudiosa de nuestra Historia ella misma, a la ciudad, la posteridad y la Humanidad…
El Palacio Ducal de Medinasidonia, hoy -como sabemos- sede de la Fundación Cultural Casa de Medina Sidonia, contiene las estructuras del antiguo ribat Omeya, edificado hace más de mil años para la guarda del río por los antiguos emires de Córdoba… Sus arcos monumentales y sus viejos muros, en cuyo seno duerme una de las mezquitas más antiguas de al-Andalus, nos hablan de asaltos vikingos por el Guadalquivir, de califas de Córdoba, de taifas, almorávides y almohades, de los dinares acuñados en sus entrañas por emires magrebíes hace diez siglos…
Pero son más los tesoros y atractivos del Palacio… A todos ellos se suman sus jardines históricos, verdadero bosque en el corazón de la ciudad del siglo XXI, en la ladera de la vieja colina sanluqueña…, amén de la “joya” de la Fundación Casa de Medina Sidonia: el Archivo Histórico, uno de los más importantes de Europa, que es decir del Mundo, fruto de siglos de paciente trabajo de la Casa Ducal y del esfuerzo singular de la XXI duquesa, Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, artífice de la recuperación, salvaguarda, conservación y puesta en valor (y en uso para los investigadores) de un tesoro documental que guarda en sus miles de legajos el secreto de nuestra Historia…
Mil años nos contemplan desde las alturas del Palacio Ducal de Medinasidonia, mientras la Sanlúcar medieval se abre ante nuestros ojos… El espacio de la Plaza de la Paz fue en su día el corazón de la vieja ciudad islámica amurallada, el “Hisn” o recinto amurallado de la “Sanlukar” almorávide (el viejo “Castillo de las Siete Torres” de las fuentes cristianas medievales), una muralla milenaria que duerme entre las casas de la Plaza, manteniéndose en pie pese a las inclemencias y avatares del Tiempo y la Historia. No pocos párrafos hemos dedicado a esta realidad de la Sanlúcar medieval, y no pocos serán los que dedicaremos a su estudio, difusión y conocimiento por la generalidad de los lectores y ciudadanos: sólo el conocimiento de nuestro pasado nos ayudará a mejor conocer las claves de nuestro presente y las líneas de acción de nuestro futuro.
Las murallas medievales cristianas de Sanlúcar se mostrarán ante nuestros ojos, celosas de sus perfiles gastados por el tiempo, en este deambular por las callejuelas del Barrio Alto, mientras la iglesia de Nuestra Señora de La O, fruto del esplendor constructivo de la Casa de Guzmán, nos presenta sus estructuras medievales y mudéjares, sus portadas monumentales y su airosa torre a la que los historiadores de antaño ponían en relación con las torres del antiguo Castillo islámico que se erguía sobre la Barranca. Situada en pleno corazón de la antigua Sanlúcar islámica, en el núcleo del “Hisn”, junto al Palacio Ducal y al ribat, sus estructuras guardan resabios musulmanes en el espíritu de su torre, en su patio de naranjos…
La Sanlúcar medieval, en la que encontramos el ribat, la mezquita y el Palacio de los antiguos señores de la ciudad, los Guzmán, duques de Medinasidonia, puede llevarnos también a descubrir un castillo de leyenda, el Castillo de Santiago, con su Puerta de la Sirena, que con más de medio milenio de Historia a sus espaldas, nos contará la historia de los asaltos de piratas por el río, o de la visita a la localidad a finales del siglo XV de la reina Isabel la Católica, recelosa del poder de los duques, señores de la entonces villa…
El complejo de torres, barbacanas, caminos de ronda y patios de armas del Castillo de Santiago, con su imponente Torre del Homenaje, corona la ciudad desde las postrimerías del Cuatrocientos, y su majestuosa presencia marca los límites septentrionales de la Sanlúcar medieval. Desde sus alturas, el visitante podrá disfrutar de unas incomparables vistas sobre la ciudad, el río Guadalquivir, su curso y desembocadura, el Parque Natural de Doñana, al tiempo que visita las entrañas de uno de los castillos medievales más interesantes, completos y mejor conservados de Andalucía.
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