Los Encuentros con el V Centenario de la I Vuelta al Mundo (XIII)

En su charla el ponente abordaría diversos aspectos y asuntos de notable interés sobre algunas cuestiones esenciales (y básicas) de la vida cotidiana en los barcos de principios del siglo XVI, tales como la dieta de los marinos y los oficiales a bordo de las naos de la Expedición de la I Vuelta al Mundo y de la fallida segunda intentona de navegar en derredor del Globo terráqueo, dirigida por el mismo Juan Sebastián de Elcano y realizada entre los años 1525 y 1526, muy poco tiempo después de completada la primera.

En este segundo y frustrado intento de circunnavegar la Tierra fallecería el propio Juan Sebastián de Elcano como consecuencia de lo que a todas luces (y como señaló el Doctor Romero Tallafigo en su intervención) pudo ser una intoxicación alimentaria que habría acabado de hecho con la vida no sólo del navegante de Guetaria sino también con parte de la alta oficialidad de la referida segunda expedición, como sería el caso del capitán general de dicha expedición, Loaiza (García Jofre de Loaisa, comendador de la Orden de San Juan, nombrado por el César Carlos V Capitán General de la referida Armada y Capitán General y gobernador de las Islas Molucas, al que se encontraba subordinado Elcano), también fallecido a resultas de dicha fatídica comida.

El profesor Romero Tallafigo habló en su conferencia acerca de cuestiones económicas tales como el abastecimiento de los barc

os, la vida cotidiana en los mismos, la cocina y el menaje de la misma, la organización de turnos para comer, o el hecho de que la marinería comiera por grupos organizados, todo lo cual pone de manifiesto la obvia necesidad de una oportuna organización en aspectos cotidianos de la vida a bordo que trascienden del trabajo de marinear y conducir las naves pero que no obstante ello entra a formar parte de lo imprescindible de mantener una disciplina incluso en aspectos aparentemente (y sólo aparentemente) secundarios en la navegación, como los que tienen que ver con el desenvolvimiento ordinario de la vida cotidiana en unos buques en los que se hacía de todo punto imprescindible conservar una precisión en los ritmos de vida así como un orden bastante estricto en los mismos de cara al buen funcionamiento de las naves, del mantenimiento de la convivencia y, por todo ello, de cara asimismo al buen suceso de la propia expedición sujeta ya de suyo a unas condiciones lo suficientemente duras (las propias de la mar, por ejemplo) como para hacerla peligrar de por sí.

Se ocuparía asimismo el ponente de tratar sobre las provisiones a bordo, sobre su provisión, su valor, su almacenaje y su conservación, sobre el consumo de las mismas así como sobre el reflejo de la estratificación social en los usos culinarios y en la disposición y organización de la mesa de los barcos, todo ello a base del concienzudo estudio que el profesor Romero Tallafigo está llevando a cabo sobre la documentación de la época y en especial sobre un documento de tanta relevancia como es el testamento de Juan Sebastián de Elcano.

Juan Sebastián de Elcano (nacido en Guetaria, acaso en 1476) fallecería en el mar, en el océano Pacífico, el 4 de agosto de 1526 (en el transcurso de esta segunda expedición de circunnavegación del planeta, como señalamos), fue sepelido en el mar y en el mar otorgó sus últimas voluntades que fueron tomadas a la pluma por su asistente Andrés de Urdaneta (salvo unas líneas finales del documento, que se deben a la redacción de otro de los oficiales de la dotación).

Como bien supo explicar el ponente del 17 de julio al público asistente en dicha ocasión, este histórico documento resulta a todas luces de capital interés para poder comprender mejor no sólo las circunstancias de la vida cotidiana a bordo a principios del siglo XVI, sino también para alcanzar una mejor comprensión de la realidad social y económica de los marinos (y por extensión, en buena medida, del cuerpo social) de la Europa de finales de la Edad Media y principios de la Modernidad (especialmente en lo que se refiere a España y Portugal), presentando dichos párrafos un veraz y directo

testimonio y reflejo de la estratificación social de la época, a través, por ejemplo, de la información que ofrece a los lectores acerca de las condiciones de la vida material de aquellas personas abocadas además a afrontar tamaños peligros como los de la navegación oceánica (siempre peligrosa y más con las condiciones materiales y técnicas del momento).  

Los ajuares y utensilios de mesa, por ejemplo, la naturaleza de los mismos, los materiales que los componían (plata, estaño, madera…, entre otros, y los tipos de vajilla y demás utensilios…), venían a constituir un símbolo de estatus social, y en el citado testamento del marino euskaldún queda constancia en este sentido de la riqueza de la mesa de Juan Sebastián de Elcano, como correspondía a alguien que había recibido -en las fechas de este segundo viaje- del emperador Carlos blasones y escudo en premio a sus esfuerzos precedentes, y con dichos blasones, timbre de nobleza.

La conferencia del profesor Manuel Romero Tallafigo generaría un notable interés entre los asistentes, suscitándose un turno de palabra al término de la misma en el que el público asistente realizó numerosas preguntas al conferenciante.

La próxima conferencia de este ciclo de “Encuentros con el V Centenario” tendrá lugar el día 13 de agosto, correrá a cargo del profesor sanluqueño Jesús Vegazo Palacios, Doctor en Historia, y tendrá lugar asimismo en el hotel “Los Helechos”, de lo cual se informará con más abundamiento al acercarse la fecha de la misma.

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