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Apuntes de Historia CCCVIII
 
 
 
 
 
 
 
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02 de Diciembre de 2018
Cuatro personajes esenciales en la I Vuelta al Mundo
Manuel Jesús Parodi Álvarez.-La Historia de los grandes acontecimientos de la Humanidad está indefectiblemente unida a los perfiles personales de quienes protagonizaron, dirigieron, lideraron -y, por qué no, sufrieron- dichos acontecimientos.
Procurando no dejarnos imbuir en demasía por la imagen hegeliana de la Historia, pero, parafraseando a Graham Greene, no descuidando tampoco el peso del “factor humano” en el devenir de los acontecimientos históricos, cabe señalar (lo cual es señalar poco en realidad) que es bien cierto que amén de la responsabilidad de las sociedades en la evolución de la Historia no son de olvidar ni de pasar por alto los perfiles de determinadas personalidades, de determinados personajes que, de un modo u otro, en mayor o menor medida, determinaron el curso de los acontecimientos en los que participaron.
En todo gran acontecimiento histórico son muchos, muchísimos, los perfiles que se dan cita, muchos los caracteres y personajes que dan forma a los sucesos desde su origen más remoto y embrionario a su desarrollo y, más allá de ello, hasta la eclosión de sus consecuencias.

En el desarrollo de la Expedición Magallanes-Elcano (1519-1522) son muchos los agentes humanos a tener en cuenta, muchos los personajes a lo largo y ancho de no pocos espacios de la geografía mundial a considerar, muchos los nombres, las nacionalidades, las intenciones, los propósitos y los roles desempeñados en aquella enorme gesta de la Humanidad que sería la Primera Circunnavegación del planeta.
  
Entre estos numerosos agentes fundamentales en el desarrollo de la I Circunnavegación, nos acercaremos muy someramente en estos escuetos párrafos a los perfiles de cuatro de ellos, quizá los fundamentales en la intrahistoria de aquellos hechos, cuatro personajes como serían el emperador Carlos V, Hernando de Magallanes, Juan Sebastián de Elcano y Antonio Pigafetta.
Carlos V de Alemania y I de España (Gante, Países Bajos, 1500 - Yuste, Extremadura, 1558), emperador del Sacro Imperio Romano y soberano de las Coronas Hispánicas de Castilla y Aragón (entre otros Estados de los que fue soberano, dentro y fuera del continente europeo), sería modelo de monarcas en la transición entre la Edad Media y la Modernidad en Europa, humanista, protector de intelectuales y creadores, e impulsor fundamental del Viaje de la Primera Vuelta al Mundo.
   
Cabeza de la Europa de la época y de la Casa de Habsburgo, por sus venas corría sangre de las grandes Dinastías históricas de su tiempo, caso de los Hasburgo germanos, los Trastamara castellanos y aragoneses, los Hohenstauffen sicilianos, los Borgoña flamencos, los Avis portugueses…
   
Bajo las banderas del César Carlos, verdadero ejemplo de “Optimus Princeps” (un nuevo Trajano, un nuevo Marco Aurelio) navegaron las cinco naves que componían la Armada de la Expedición Magallanes-Elcano (las naos Trinidad, Victoria, Santiago, Concepción y San Antonio), y fue a su decisión que se debió -en último extremo- la realización de un Viaje que habría de enmarcarse en las grandes expediciones oceánicas organizadas por la Corona de Castilla y que se gestaría y desarrollaría desde ese decisivo impulso estatal.
   
Personaje imprescindible en la Primera Circunnavegación, el vicentino Antonio Pigafetta, nacido en Vicenza (localidad perteneciente por aquellos entonces a los territorios de la Serenísima República de Venecia, en Italia, en torno al año 1480) y fallecido en la isla de Malta (1535, circa) habría de ser el cronista de la Expedición Magallanes-Elcano, y a su pluma e ingenio (y a su constancia, cabe señalar, qué duda cabe) debemos el relato escrito de primera mano de los avatares sucedidos en esta gran aventura de la Humanidad.
   
El cronista Pigafetta, que acabaría sus días como Caballero de la Orden de Malta, embarcó en la Expedición de la mano del cardenal Chiericati, más que posiblemente como agente y hombre de confianza pontificio, y sus ojos se convirtieron en los ojos de Europa, pues ante su mirada -reflejada en sus párrafos- habrían de desplegarse las maravillas de una realidad enteramente nueva y desconocida para los europeos, siendo este hombre mediterráneo el responsable de dar a conocer al Viejo Mundo los colores y dimensiones de un Mundo Nuevo, el resultante de la Primera Circunnavegación del planeta.
   
Hernando de Magallanes, marino portugués, navegaría los mares de Oriente al servicio de la Corona lusa a caballo entre los siglos XV y XVI; en aquellos extremos no sólo aprendería el oficio de navegar -y el de las armas- sino que se abrirían ante sus ojos realidades -culturales, sociales, económicas, humanas- rabiosamente nuevas para un europeo de tiempos medievales.
   
Magallanes, hijo de su tiempo, forjó en su ideario personal la ambición de llegar más lejos, de hacer más, de ser más, y fue capaz de idear y poner en marcha un proyecto que habría de subvertir el orden (intelectual, político, económico, geoestratégico) establecido hasta aquellos entonces: navegar hasta Occidente para llegar a Oriente, retomando la vieja idea de Cristóbal Colón, llegando a las Islas de las Especias y, finalmente, y a consecuencia de todo ello, materializándose la I Circunnavegación de la Tierra.
   
La Expedición Magallanes-Elcano, ya organizada por la Corona española, habría de conseguir lo que nunca se había hecho: dar la Vuelta al Mundo por vez primera, demostrando físicamente que la Tierra era, sí, enorme, pero abarcable y finita.
   
Juan Sebastián de Elcano, vasco de Guetaria, tomaría el mando de la Expedición a la muerte del navegante portugués en Mactán (Filipinas) en 1521, y conseguiría completar la I Circunnavegación de la Tierra, volviendo a Sanlúcar de Barrameda (de donde partieron las 5 naves de la Armada el 20 de septiembre de 1519) el 6 de septiembre de 1522 con un más que escueto puñado de hombres y un barco maltrecho, la nao Victoria, en cuya sentina se guardaba un tesoro y cuyas cuadernas guardaban el secreto de la nueva ruta de las especias.
 
Experimentado marino, heredero de una fecunda tradición de hombres de mar, capitán en el horizonte original de la Expedición, sus decisiones marcarían el éxito final de la empresa de la I Vuelta al Mundo: Juan Sebastián de Elcano es, con su determinación y su liderazgo, pues, el personaje decisivo para el éxito de la Circunnavegación.
 
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